Por July De Sosa
Ministerio Cristo Como Pastor (CCPAS)
“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso” Mateo 11:28.
Considero que la promesa en este pasaje, es melodía suave a los oídos de quienes pueden creer y descansar en ella. Esta nueva normalidad de vida a la que entramos bruscamente desde hace más de 26 meses, requiere de parte de todos en todo el mundo, una milla más de valor y amor, por la vida porque ciertamente el tiempo es malo, ya que sumado a lo desfavorable de la violencia que sufren muchos en su mayoría mujeres y niños, ruptura de relaciones interpersonales y conyugales, o para no pocos, la carga de una enfermedad crónica, están el luto y desempleo ocasionado por la pandemia de COVID-19, por lo que muchos son los que batallan con altos niveles de agotamiento y desesperación.
Afortunadamente el manual de vida tiene el poder de cambiar nuestro punto de vista por medio de sus promesas explicitas para todo aquel que tenga oídos para oír y la firme convicción de creer, acción que requieren solo de un poco de fe que es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.
Como parte de mi trabajo ministerial muy frecuentemente escucho a personas quejarse de su condición de vida. Recientemente el Señor me confió el corazón de una mujer que impacto mi alma con la vida tan difícil sus decisiones le llevaron a construir. Sin embargo, con propiedad le hable del pasaje introductorio de Mateo 11:28, ya que es una promesa que yo he abrazado más de una vez en tiempos difíciles, confirmando que Dios no miente que él hará como ha prometido, pero es necesario que hagamos nuestra parte de creer y confiar porque escrito está “sin fe es imposible agradar al Señor” aquella mujer paso el umbral de su fe, y encontró descanso para su alma, pienso que como ella las personas que pasan en vela las noches a causa de un dolor en su cuerpo, pensamientos de ansiedad por lo porvenir u, otro tipo de presión, al abrazar esta promesa pueden cambiar su estado emocional y mental. Si usted está ahora mismo desanimada o desanimado, y desea rendirse, le reto a que lea una vez más el pasaje y decida probar su fe, soltar su carga y, descansar en el Señor.
Jesús cierra su promesa diciendo: Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma.
El agotamiento mental y la ausencia de fuerzas pueden llenarle de enojo y amargura, sentimientos que abren mayor brecha para alcanzar la paz. Si usted está a punto de gritar de enojo e impotencia le sugiero decida presentar sus cargas al Señor confiadamente, segura estoy que él no demorará su ¡auxilio!
¡Abrace la vida! el Señor le dará lo que usted necesita si lo puede creer.