Palabras que cambian

2024 Año de nuevos comienzos

Por July de Sosa

www.ministerioccpas.org

El presente año bisiesto 2024, será un año de “Nuevos Comienzos” para unos llego el tiempo de comenzar su vida laboral, para otros, el comienzo de una nueva familia, para no pocos, será el comienzo de un nuevo estilo de vida con la añoranza de su compañero o compañera de vida u otro ser querido que cumplió su propósito aquí, y goza ya de las delicias de la vida eterna, no obstante,  para muchos, podría ser un año con más de lo mismo por carecer de metas y  deseos de avanzar a lo que esta adelante, todo dependerá del proyecto de vida que abracemos y de la voluntad y actitud que pongamos, sumado a los propósitos que  Dios cumplirá en cada persona, pero los creyentes tenemos las promesas del Señor en su palabra escrita que es lámpara en nuestro camino.   

Escucha «2024 Año de nuevos comienzos» en la voz de nuestra directora July de Sosa en nuestro canal de Spotity

En el Ministerio Cristo Como Pastor, que represento, comenzamos esta nueva vuelta al sol llamando al 2024, año de nuevos comienzos. Con placer comparto tres aspectos que considero es bueno revisar para prepararnos a recibir los nuevos comienzos que esperan por nosotros. Lo primero es el uso del poder de decisión que tenemos, ya que una decisión es lo que marca el camino a seguir, decisión de soltar los nudos mentales, que paralizan nuestro accionar, aunque eso signifique soltar lo seguro que creemos tener en nuestras manos sea poco o mucho, demoler y edificar pensamientos, porque, aunque usted no lo crea, nuestra mente es el terreno de batalla donde celebraremos victorias o lamentaremos derrotas, como escrito está “como piensa el hombre así es él” Sin decisión no hay comienzo.  

El perdón es lo segundo a revisar Jesús enseño que sin perdón no hay reconciliación, cuando dejamos de batallar con el pensamiento de que la persona que nos ofendió, no merece nuestro perdón, y nos ocupamos en cuidar nuestra salud mental y amor propio, cosas sobre naturales suceden ya que entendemos el bienestar que perdonar trae a nuestro cuerpo y alma, Perdonar cualquier ofensa recibida, proporciona paz y permite ver la semejanza que tenemos de Dios con solo ponernos frente a un espejo. Porque el manual bíblico cita que fuimos hechos a semejanza de él, y poseemos una biología y genética única, que no tienen nada que ver con las diferentes teorías acerca de la humanidad, como la del influyente científico Charles Darwin, o la teoría del Catastrofismo, o la teoría de Jean de Lamarck, conocida como  

“Teoría Lamarckismo” que defiende que una especie se trasforma en otra, a lo largo del tiempo modificando ciertos órganos en función de su uso o desuso. 

lo creado por la mano de Dios se mantiene inmutable con el tiempo. Dios mismo no cambia él fue, es y será. El que es “el gran yo soy” y gracias a que el no cambia lo que dijo de nosotros será hecho, lo que atemos aquí en la tierra será atado en el cielo y lo que desatemos aquí en la tierra será desatado en el cielo. La práctica del perdón nos hace libres de malos sentimientos y la falta de este, nos ata a un tormento continuo. 

Si nosotros no perdonamos como bien lo dice la oración modelo no recibiremos perdón. Porque dando es como recibimos. Los estorbos para el perdón son: el orgullo y la soberbia, con estos dos poco se avanza. Dios dice acerca del perdón… “Yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo y no me acordaré de tus pecados. Isaías 43:25. 

El amor propio de Dios no le permite estar recordando nuestras faltas, y ¿Quién de nosotros puede tener nuevos comienzos con resentimiento en su corazón? y no se trata solo de perdonar a otros, sino de perdonarnos a nosotros mismos, porque equivocarnos es parte de aprender y característica propia de los humanos, conociendo esto, aprendamos a amarnos y aceptar que nos equivocamos y no pasa nada, por un tiempo lloramos o padecemos las consecuencias de nuestras equivocaciones, pero seguimos avanzando y trascendiendo como individuos con las experiencias ganadas. Practicar el perdón con otros, y con nosotros mismos, abona la tierra de un nuevo comienzo.  

El amor por nuestro creador y por lo que somos es el ancla de todo comienzo, dos mandamientos conocidos por todos citan: Amaras al Señor tú Dios con todo tú corazón, con toda tú alma, y con todo tú ser, y amaras a tú prójimo como te amas a ti mismo. Esto tiene relación con una buena  salud mental y capacidad de amar, poner en obra estos dos mandamientos, nos abrirá puertas de oportunidades para nuevos comienzos en el presente año. 

Cierro compartiendo dos pasajes bíblicos de muchos que enseñan que Dios es DIOS de comienzos. Isaías 43 “Yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz, otra vez abriré camino en el desierto y ríos en la tierra estéril”  

 Lamentaciones 3:22 “por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias; nuevas son cada mañana, grande es su fidelidad”  

 Aprovechemos al máximo los 366 días de este año, que marca el calendario abrazando ¡nuevos comienzos! 

Leave a Comment