Por July de Sosa.
El tema de nuestra partida de este mundo más que darnos temor, debería ser interesante para toda la humanidad, frente al hecho de que todos tarde o temprano llegaremos al fin del camino. Muy probablemente muchos prefieran esperar hasta ese tiempo para preocuparse acerca de
¿Que me pasará cuando el reloj que marca mi existencia se detenga?
Ciertamente el mundo tiene sus propias creencias acerca de ¿Qué pasa después de la muerte? Unos creen que hay infierno, otros no; estos últimos sostienen que el, infierno se vive aquí mismo en la tierra. Afortunadamente el corazón abierto de Dios mostrado por medio de su palabra escrita “Biblia” También habla acerca de ese tema y lo aclara todo.
La Biblia afirma la existencia del “Hades” = infierno, morada de los no creyentes. (Apocalipsis 20:11-15) Y habla también del tercer cielo morada de Dios, heredado a los creyentes.(2 Corintios 12:2-3) Pero existe un tercer grupo de personas que creen y defienden su tesis de que al morir todo se termino, “no hay cielo ni infierno “el cuerpo se reduce a polvo y todo se queda allí.
Una de las mayores debilidades que tenemos los humanos es la “comodidad” esto nos lleva a creer todo lo que oímos sin tomarnos el tiempo para buscar su respaldo de confiabilidad, por el hecho que nos resulta más cómodo “creer “lo que yo quiero creer, y no la verdad mostrada por Dios. Según las afirmaciones en Apocalipsis y 2 corintios; solo hay dos lugares que esperan por nosotros después de la muerte ¡Cielo ó Infierno!
¿Sabía usted, que a ninguno de estos dos lugares vamos por ser buenas o malas personas? Lo que nos abre y cierra sus puertas es el hecho de si somos creyentes o no, si creemos en Jesucristo o no creemos en él. Jesús dijo: Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí aunque este muerto vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí no morirá eternamente Juan 11:25. Jesús cierra su declaración con una pregunta verso 26 ¿Crees esto? … ¿Puede usted hacerse esa misma pregunta? En otra oportunidad Jesús declaro: Yo soy la puerta el que por mi entre será salvo. Juan 10:9. Ser creyente en Jesús resulta fácil sí, renunciamos a nuestras propias creencias y decidimos creer la verdad escrita de Dios en la que encontramos muchas evidencias que respaldan su veracidad; entre ellas la verdad de que solo Jesús tiene el poder de salvarnos ÉL lo afirma diciendo: Voy pues a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Y sabes a dónde voy, y sabéis el camino. Juan 14:2-4.
¿Sabe usted cual es el camino? Creer en Jesús como el hijo de Dios quien murió para darnos perdón y salvación a todos los que en su sacrificio y poder confiemos. Lo maravilloso de esto es que mientras tengamos vida tenemos el poder de decidir ¿a dónde iremos? cuando nuestro tiempo aquí termine. No lo olvide no es por obras es por su misericordia y confesión de nuestros labios a la aceptación de Jesús como salvador Romanos 10:9-11.
¡Paz y bien para todos en esta nueva semana!