Por July de Sosa
Ministerio Cristo Como Pastor CCPAS
En este maravilloso país llamado El Salvador, como en otros países del mundo, muchos son los que comienzan su día escuchando el contenido de diferentes noticieros nacionales e internacionales, para basar sus perspectivas en lo que reciben, lamentablemente las noticias de lo por venir cada nuevo día se vuelve más desalentadoras la pandemia sigue causando estragos, la muerte por Covid 19, sigue sumando luto en las familias, la falta de empleo continua disparando los casos de violencia doméstica, separaciones conyugales, y desencadenando problemas como la falta de tolerancia social y la depresión, la comunidad estudiantil aquí en El Salvador adolece de la falta de juegos o tertulias de los recreos que marcan la pausa entre una clase y otra, a causa de recibir sin compañeros en sus casas sus clases de manera virtual, aunque algunos colegios y universidades, “pocos por cierto” han comenzado a desarrollar su temario de manera virtual y presencial, aliviando la fatiga del confinamiento entre los estudiantes. Incluso el resultado de empate entre la selección de futbol de Honduras y la selecta cuzcatleca, el pasado domingo desanimo a muchos.
Afortunadamente los creyentes de Jesucristo tenemos otra mejor decisión a tomar antes de recibir cualquier información del acontecer mundial, y esta decisión es “recibir primeramente lo que proviene de Dios para nosotros” como escrito está en 1 Corintios 2:12 Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido.
Y entre las cosas que Dios nos ha concedido a parte de nuestra vida y todo lo que en ella hay, están sus maravillosas promesas que son si y amen en Cristo para nosotros. Dios es quien nos mantiene firmes en Cristo, él nos ungió nos sello como propiedad suya y puso su Espíritu en nuestro corazón como garantía de sus promesas. (2 Corintios 1:20) Habrá alguna otra novedad que supere esta ¡maravillosa! verdad, vigente para nosotros cada nuevo amanecer. Dios padre nos hizo parte de sus procesos somos gestores y administradores de sus promesas en nuestra nueva vida en Cristo. Por esto debemos de tener sumo cuidado con los pronósticos carentes de la verdad bíblica, que recibimos. no debemos ser pasivos, temerosos o dudosos de lo por venir, porque si el Dios de la Biblia es nuestro Dios, debemos esperar el cumplimiento de sus promesas en medio de las tormentas existentes y de las pronosticadas. ÉL llegará a librarnos de cualquier situación que requiera su intervención, así lo ha prometido y así lo hará.
Si su primera decisión en este día fue recibir las noticias, le invito a que a esta hora decida creer y vivir lo escrito en el Salmo 1:1-3, para cambiar su pronósticos de vida, con esta promesa maravillosa.
“Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores, ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del Señor se deleita y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado junto a la orilla de un rio, que cuando llega su tiempo da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!
informémonos del acontecer diario, pero después de haber recibido en nuestro espíritu la verdad por sobre toda verdad, la verdad de Dios para nosotros.