Por July De Sosa
Ministerio Cristo Como Pastor (CCPAS)
Estudiarse a uno mismo es sin duda el arte más difícil, esta realidad revela cuán importante, y crucial es mirar de nosotros mismos lo que hay en nuestro interior de forma honesta y sin escudarnos en la autojustificación en la que fácilmente se puede caer.
Existen situaciones de crisis en la vida que desnudan la verdadera personalidad de cada cual, lo que permite ver y conocer facetas de nosotros que no conocíamos y mucho menos imaginábamos que estaban allí, el mal manejo que le demos a los momentos de crisis puede llevarnos a un problema mayor. Razón por la cual el momento de presión, es la hora menos indicada para tomar una decisión, porque el enojo o la frustración, nublan el raciocinio y dan paso a la necedad, y para cuando el calor del fuego del momento pase y logremos pensar con cabeza fría, seguramente lamentaremos el camino elegido.
Esta peligrosa realidad humana obliga de modo urgente aprender a conocer nuestra reacción bajo presión, para saber discernir la manera de lograr transformar nuestras debilidades en fortalezas y conservar el equilibrio en momentos de crisis. Un Proverbio Bíblico dice de esto “La necedad del hombre le hace perder el rumbo, y para colmo se irrita contra el Señor” Definitivamente perdemos rumbo cuando la necedad nos invade, al mismo tiempo que perdemos la prudencia y la capacidad de pensar como conviene, y culpamos a todos de nuestra reacción incluyendo al Señor, antes de reconocer nuestra debilidad y cruzar los límites del respeto y la empatía para con otros. La necesidad de que las cosas pasen con la urgencia que queremos que sucedan, la falta de paciencia para esperar las confirmaciones necesarias en todo asunto importante, ignorar los riesgos y, la falta de cálculo en los costos de una decisión, son algunas de las causas de lo que lleva a perder el rumbo. saber esperar es un concepto Bíblico que no tiene que ver con el conformismo sino en aguardar el tiempo oportuno para tomar una decisión. La Biblia exhorta insistentemente a que practiquemos la paciencia esperando el tiempo perfecto del Señor para lo que deseamos, como escrito está “Dios hizo todo hermoso en su momento…” si, Dios espero su momento para hacer lo que deseaba hacer con todo el universo. ¿Por qué? No podemos nosotros esperar el tiempo perfecto para discutir un problema, con nuestros hijos, cónyuge, hermanos, padres, amigos, etc. En vez de explotar una guerra que nadie ganará porque ¿Quién gana en una guerra?
El profeta Isaías declaro después de haberse visto a si mismo ¡Hay de mí que estoy perdido! Soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo labios blasfemos…
Considero que es tarea de todos estudiarnos a nosotros mismos, y trabajar en nuestro temperamento no solo para dominar nuestra reacción en medio de las presiones y salir triunfantes, sino para ser realmente útiles en la obra de Dios.