Por July De Sosa
Ministerio Cristo Como Pastor (CCPAS)
Este día conmemoramos “el Día internacional de la Mujer” como todos los años, desde que la ONU lo declaró así, en 1975. Considero oportuno conocer acerca de esta fecha.
En el año 1910 en una reunión de “mujeres, socialista” Clara Zetkin propuso el “Día internacional de la mujer trabajadora” logrando aprobación unánime, por 100 mujeres procedentes de 17 países. El 19 de marzo, se celebró por primera vez en Alemania, Austria, Dinamarca, y Suiza; con más de un millón de mujeres, exigiendo su derecho al voto, y a ocupar cargos públicos, además, del derecho al trabajo, la formación profesional y a la no discriminación laboral. A pocos días después, tuvo lugar el lamentable siniestro, ocurrido en la famosa fábrica de textiles Cotton en la ciudad de Nueva York, en el que mujeres trabajadoras emigrantes italianas y Judías, perdieron la vida, luego de finalizar una huelga laboral por igualdad de derecho salarial. Los medios de comunicación revelaron que, el fuego fue provocado, después de cerrar puertas y ventanas, con todas las jóvenes adentro. Ese suceso tuvo repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos.
El 23 de febrero, del año 1917, el gobierno concedió a las mujeres el derecho al voto. Luego que un grupo de mujeres rusas hicieran una huelga por la paz, en la primera guerra mundial. Desde ese histórico 23 de febrero, del calendario Juliano que era el usado por Rusia, y 8 de marzo, en el calendario gregoriano, se conmemora el Día Internacional de la Mujer.
Es útil que todas conozcamos y tomemos conciencia, del sacrificio que muchas mujeres pasaron para que las mujeres en este tiempo, gocemos de la igualdad de derecho laboral y social y, desde donde estemos y en lo que hacemos continuemos la obra para que nuestras niñas, al llegar a su etapa laboral gocen de igualdad y equidad. Considero que como mujeres creyentes del Dios de la Biblia, somos responsables de enseñar a las niñas que Jesús saco de la invisibilidad a la mujer dignificándola y mostrando el ingenio y capacidades con las que su creador la diseño, porque antes de él, la mujer era cosificada e ignorada por la sociedad, tenemos relatos bíblicos que nos muestran esto como el de Mateo capítulo 14, que narra el milagro de alimentación que Jesús hizo con solo cinco panes y dos peces, el verso 21, cita “Los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños” ¿Por qué no contaban a las mujeres? Porque, aunque estaban presentes eran excluidas, Jesús incluyo a la mujer en el desarrollo de su ministerio, y desde entonces las mujeres somos protagonistas de los acontecimientos más relevantes del mundo, antes solo éramos consideradas el transporte humano para la tierra, pero en este tiempo más que antes Dios usará a la mujer de manera ¡sorprendente! Para esto se vuelve necesario que todas creamos en nuestras propias capacidades y las aprovechemos no, para competir contra los hombres sino más bien, unificar esfuerzos con aquellos que reconozcan que en Jesucristo ya no hay hombre ni mujer, porque todos somos uno en él. Gálatas 3:28.
¡Mujer! camina sin temores hacia tus metas, reconoce a Dios en todos tus caminos.