Por July de Sosa
Vivimos tiempos difíciles y la salud mental de todos, de alguna manera se ha visto afectada, por los cambios que como sociedad hemos experimentado desde el comienzo de la pandemia de Covid-19, sumado a las diferentes presiones que como parte de la vida acompañan cada día. Por esto considero importante que todos aprendamos a cuidar de nuestra salud mental, de igual manera como lo hacemos o deberíamos hacer con la salud física, la palabra de Dios brinda un consejo especifico, que promueve una excelente higiene mental, y nos ayuda a romper los nudos que pensamientos de derrota, aflicción, temor, u cualquier otra mala experiencia, encuentra tejido en nuestra cabeza, favoreciendo malos hábitos mentales, que nos hacen proclives a sufrir la falta de salud mental. El pasaje brinda una guía de pensamientos a escoger y se encuentra en la carta a los Filipenses, capítulo 4, verso 8. “Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo es digno de alabanza, en esto pensad.”
Esta escritura es sin duda el antídoto para combatir pensamientos que arrebatan salud mental muy útil para saber escoger los pensamientos que traen salud a nuestro cuerpo en general, antes de consentir aquellos negativos que terminaran por llevar a la persona víctima de ellos hasta un hospital y en los peores casos volverse dependientes de medicamentos. Cuidar de nuestra salud mental también requiere saber seleccionar los programas que vemos o escuchamos, y en ocasiones se vuelve necesario guardar distancia de personas que acostumbran a quejarse de todos y por todo, por la amargura en su corazón o resentimiento con la vida. Este tipo de personas son fáciles de identificar aplicando el verso que cita “De la abundancia del corazón habla la boca” este pasaje que sirve de filtro para conocer lo que hay dentro del corazón, también lo podemos usar para nuestro propio provecho prestemos atención a las palabras que salen de nuestra boca e identifiquemos lo que hay en nuestro corazón, así, sabremos cómo esta nuestra salud mental.
Es bueno recordar que, por imitar malos hábitos de pensamientos, podemos llegar a carecer de salud mental, si no ponemos límites. Somos los responsables de cuidar de nuestro cuerpo y mente, y aunque todos lo sabemos no todos, nos ocupamos en esto, la salud mental, es la que más descuidamos sino presentamos algún tipo de dolencia que nos advierta que algo no está bien, muy poco examinamos lo que pensamos ignorando que, de allí, se deriva el estado anímico de la persona, ya que los pensamientos activan emociones y sentimientos, que nos favorecen o no.
Deseo el tema le sea de ayuda para continuar o empezar a cuidar de su salud mental, depurando los pensamientos que generen sentimientos negativos y fomentando aquellos que brindan bienestar a su vida.