Por July de Sosa
Ministerio Cristo Como Pastor (CCPAS)
Es parte de la naturaleza humana la tendencia de luchar por tener el control de todo lo que nos rodea, pero existen circunstancias que escapan de ese control, como aquellas, que dependen exclusivamente de Dios, sin embargo, queremos que él, obre apegado a nuestro plan, olvidando que escrito está “los planes del Señor no se parecen a los nuestros” cuando se obtienen resultados diferentes a los que se esperan, podría resultar fácil deprimirse y perder equilibrio emocional, al grado de dejar de disfrutar de todo lo bueno que se tiene por anhelar lo que se desea, entorpeciendo la felicidad con frases como seré feliz cuando logre un aumento salarial, o termine mi preparación académica, seré feliz cuando mi cónyuge cambie su carácter, o mi hijo o hija, tome mi consejo y renuncie a la soberbia, seré feliz cuando reciba la sanidad de Dios o la provisión divina que espero, o pensamientos semejantes.
Empeñarse en reservar o condicionar la felicidad, para el futuro es algo absurdo carente del buen sentido de la lógica, porque ¿Quién puede garantizar la existencia de un mañana? La vida es un regalo que se debe disfrutar cada minuto, Por eso conviene entregar el control a Dios, de todo lo que no está en nuestras manos poder cambiar, haciendo eso se suelta la presión, a la vez, que se pone en práctica el dominio propio y la confianza en el creador del universo, recordando que él, obra de maneras inusuales, usando las circunstancias difíciles o, lo que pareciera desfavorable, para darnos más de lo que esperamos o deseamos. Aunque las cosas no se den en el tiempo o modo que pensábamos Dios siempre responderá, porque su promesa es que ninguno que se acerquen a él quedará avergonzado. La Biblia rebosa de ejemplos de personas que mientras estaban en la sala de espera por la respuesta de Dios, sufrieron desventuras, que Dios uso para bendecirles. Como fue el caso de José, a quien sus hermanos lo vendieron como esclavo, una mujer lo acuso de intento de violación sexual, y en la cárcel paso noches largas y solitarias, pero todo formo parte del plan de Dios para llevarlo a un lugar de poder que José, nunca pensó, y estando allí, fue de bendición para sus hermanos y su padre. DIOS siempre actúa de maneras que no podemos entender, cuando permanecemos fiel a él y resistimos el mal tiempo, como escrito está en el libro de HABACUC. “Aunque la higuera no dé renuevos, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos, aun así, yo me regocijaré en el SEÑOR, me alegraré en DIOS, mi libertador. El hecho de que aún una oración, no tenga respuesta no, significa que Dios ignora esa necesidad. El libro de proverbios cita “ya que el Señor dirige tus pasos, porque te preocupas” Sí usted está esperando la respuesta del Señor hágalo confiadamente sabiendo que recibirá conforme al propósito de Dios para su vida. No se decepcione por que tarde su respuesta o mire puertas cerradas o vientos en contra. Entregue el control a Dios, recuerde que no estaremos aquí para siempre, suelte sus cargas y disfrute de los detalles de cada nuevo día en este tiempo de “hallazgos” muchos buscan como prolongar la vida humana, sin embargo, ya Dios lo revelo en su manual de vida buscar la paz y seguirla, renunciar a la venganza, el odio, la falta de perdón y el dolor. Haciendo eso, viviremos al máximo aprovechando los días que el Señor nos regale. ¡Le animo! Para que desde hoy decida Preocuparse menos y confiar más, enojarse menos, y reír más…
¡Suelte el control y deposite toda ansiedad en él, porque él, tiene cuidado de nosotros!